
Adopción y salud pública en Colombia: el rol de la esterilización y la trazabilidad
Autor
Ooh Cachorros
Fecha de publicación
Introducción
En Colombia, hablar de adopción responsable no es solo una cuestión de amor por los animales. Es también una estrategia de salud pública, una política de bienestar social y una herramienta para construir comunidades más seguras y conscientes.
Cada perro o gato que encuentra un hogar mediante adopción ética representa mucho más que una historia con final feliz. Significa menos animales en condición de calle, menos riesgos de zoonosis, menos conflictos vecinales, y más vínculos afectivos que fortalecen el tejido social. En este contexto, la adopción deja de ser un acto individual y se convierte en una acción colectiva con impacto estructural.
Sin embargo, para que ese impacto sea sostenible y trazable, es necesario que el proceso de adopción esté respaldado por dos pilares fundamentales: la esterilización, como mecanismo ético de control poblacional, y la trazabilidad animal, como sistema de seguimiento, transparencia y corresponsabilidad entre adoptantes, refugios y autoridades locales.
Estas prácticas no solo mejoran el bienestar de los animales. También permiten que las políticas públicas sean más efectivas, que los recursos se asignen con mayor precisión, y que la ciudadanía confíe en los procesos de adopción como parte de una cultura de cuidado y respeto.
🔬 Esterilización: control ético de la sobrepoblación
La sobrepoblación de perros y gatos en Colombia es una crisis silenciosa pero persistente. Se estima que más de 3 millones de animales viven en condición de calle o abandono, según cifras del Ministerio de Salud y organizaciones de protección animal. Esta situación no solo afecta el bienestar de los animales, sino que también representa un desafío para la salud pública y la convivencia ciudadana.
Los animales sin hogar pueden convertirse en vectores de enfermedades zoonóticas como la rabia, leptospirosis o parásitos intestinales, además de generar conflictos por agresividad, competencia territorial o accidentes de tránsito. También ejercen presión sobre los servicios públicos, desde la recolección de cadáveres hasta la atención veterinaria de emergencia en centros municipales.
Ante este panorama, la Ley 2374 de 2024 marcó un hito al crear el Programa Nacional de Esterilización Quirúrgica de Perros y Gatos. Esta ley reconoce la esterilización como un método ético, preventivo y necesario para el control poblacional, y establece que los entes territoriales deben garantizar jornadas gratuitas y periódicas, priorizando zonas vulnerables.
En Bogotá, por ejemplo, el Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal (IDPYBA) realizó 29.946 esterilizaciones gratuitas en 2024, enfocándose en hogares de estratos 1, 2 y 3, así como en animales comunitarios (aquellos que no tienen dueño pero son cuidados por vecinos). Este tipo de intervenciones no solo reduce la natalidad descontrolada, sino que también mejora el comportamiento de los animales, disminuye el riesgo de abandono y facilita su adopción.
Además, según una encuesta realizada por Datexco en 2024, el 77% de los colombianos ya optan por esterilizar a sus mascotas, lo que refleja una creciente conciencia ciudadana sobre la tenencia responsable. Esta cifra representa un avance significativo frente a años anteriores, donde la esterilización era vista como innecesaria o incluso perjudicial.
Desde una perspectiva técnica, la esterilización también permite:
- Reducir comportamientos agresivos o territoriales, especialmente en machos.
- Prevenir enfermedades reproductivas como tumores mamarios, infecciones uterinas o cáncer testicular.
- Facilitar la adopción, al eliminar el riesgo de reproducción no deseada.
- Optimizar recursos públicos, al disminuir la demanda de atención veterinaria de urgencia.
En el contexto de plataformas como Ooh Cachorros, la esterilización se convierte en un criterio clave para garantizar adopciones responsables. Un animal esterilizado no solo tiene mayor probabilidad de permanecer en su nuevo hogar, sino que también representa un compromiso ético por parte del refugio y del adoptante.
🧬 Trazabilidad: visibilidad, control y confianza
La trazabilidad animal es mucho más que una herramienta tecnológica: es un sistema de confianza. Permite seguir el rastro de cada mascota desde su origen hasta su adopción, incluyendo datos sobre salud, comportamiento, vacunación, esterilización y condiciones de entrega. En un país como Colombia, donde el abandono y la informalidad en la tenencia animal siguen siendo desafíos estructurales, la trazabilidad se convierte en un eje clave para garantizar adopciones responsables y sostenibles.
Este enfoque fue formalizado con la Ley 1659 de 2013, que creó el Sistema Nacional de Identificación, Información y Trazabilidad Animal (SNIITA). Aunque inicialmente diseñado para especies de interés económico como el ganado bovino, porcino y avícola, la ley establece principios de universalidad, obligatoriedad y gradualidad que permiten su extensión a animales de compañía.
¿Qué implica aplicar trazabilidad a mascotas adoptadas?
- Identificación única y verificable: Cada animal debería contar con un microchip o código QR vinculado a una base de datos nacional, que registre su historial médico, refugio de origen, fecha de adopción y datos del adoptante.
- Prevención de adopciones múltiples sin control: Al tener un sistema centralizado, se puede evitar que una misma persona adopte múltiples animales sin cumplir requisitos mínimos, o que reincida en prácticas de abandono.
- Seguimiento post-adopción: Refugios y autoridades podrían realizar seguimientos periódicos, verificar condiciones de tenencia y actuar en casos de maltrato o negligencia.
- Red transparente entre actores: Veterinarios, refugios, adoptantes y entidades públicas estarían conectados en una red que permite compartir información de forma segura, trazable y ética.
¿Qué se necesita para que esto sea realidad?
Aunque la ley ya existe, su aplicación a animales de compañía requiere:
- Reglamentación específica: El Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural ha avanzado en resoluciones complementarias que podrían incluir mascotas en el sistema.
- Infraestructura digital interoperable: Plataformas como Ooh Cachorros pueden convertirse en nodos clave de trazabilidad, integrando datos de refugios, veterinarios y adoptantes en tiempo real.
- Educación ciudadana: La trazabilidad solo funciona si los adoptantes comprenden su valor y participan activamente en el registro, actualización y seguimiento de sus mascotas.
- Voluntad política y presupuesto: Los municipios deben invertir en sistemas de identificación, capacitación de funcionarios y convenios con refugios legalmente constituidos.
¿Por qué importa?
La trazabilidad no solo protege a los animales. También protege a las personas. Permite actuar rápidamente en casos de zoonosis, identificar focos de abandono, y construir estadísticas confiables para diseñar políticas públicas efectivas. Además, fortalece la reputación de los refugios, mejora la experiencia de adopción y reduce la informalidad en el proceso.
En un país donde la adopción aún se enfrenta a prejuicios y desinformación, la trazabilidad puede ser el puente entre el compromiso emocional y la responsabilidad institucional.
🏛️ Políticas públicas que conectan bienestar animal y salud colectiva
La adopción responsable no puede depender únicamente de la voluntad ciudadana o del esfuerzo de refugios independientes. Requiere respaldo institucional, infraestructura pública y políticas que reconozcan el vínculo entre el bienestar animal y la salud colectiva. En Colombia, la Ley 2054 de 2020 representa un avance significativo en esa dirección.
Esta ley modifica el Código Nacional de Policía y Convivencia (Ley 1801 de 2016) y establece que todos los municipios y distritos deben:
- Crear centros de bienestar animal, albergues municipales o hogares de paso públicos, según su capacidad financiera.
- Apoyar a refugios legalmente constituidos, mediante convenios, contratos interadministrativos o asociaciones territoriales.
- Realizar jornadas periódicas de adopción y esterilización, como parte de sus obligaciones en salud pública.
- Garantizar atención veterinaria para los animales bajo su cuidado, incluso mediante convenios con facultades de medicina veterinaria o zootecnia.
Además, la ley establece que si un animal no es reclamado en un plazo de 30 días calendario, debe ser declarado en estado de abandono y promovido para adopción. Esta disposición formaliza el proceso, reduce la informalidad en la entrega de mascotas y protege al animal de una vida indefinida en condiciones precarias.
¿Por qué esta ley es clave para la salud pública?
- Reduce la sobrepoblación animal, al exigir esterilización como parte de la gestión municipal.
- Previene enfermedades zoonóticas, al garantizar atención médica y vacunación en centros públicos.
- Evita el abandono informal, al establecer plazos y protocolos claros para la adopción.
- Fortalece el tejido social, al promover vínculos entre ciudadanos, instituciones educativas y refugios.
Además, obliga a que los Planes de Ordenamiento Territorial (POT) incluyan áreas específicas para construir estos centros, dimensionadas según el número estimado de animales sin hogar en cada municipio. Esto convierte el bienestar animal en un componente estructural del desarrollo urbano.
En este marco, plataformas como Ooh Cachorros pueden ser aliadas estratégicas, facilitando la visibilidad de animales en adopción, conectando refugios con adoptantes y apoyando la trazabilidad exigida por la ley.
🔍 Conclusión: De la política a la acción, con propósito
La protección animal en Colombia ha dejado de ser un asunto marginal o voluntarista. Hoy, gracias a leyes como la 2054 de 2020, se reconoce como parte integral de la salud pública, la planificación territorial y la cultura ciudadana. La adopción responsable, cuando está respaldada por procesos de esterilización ética y trazabilidad transparente, se convierte en una herramienta poderosa para reducir riesgos sanitarios, fortalecer vínculos comunitarios y garantizar el bienestar de todos los actores involucrados.
Pero el verdadero cambio ocurre cuando esta política se traduce en acciones concretas: cuando los municipios implementan centros de bienestar animal, cuando los refugios operan con trazabilidad, cuando los adoptantes comprenden su rol como corresponsables, y cuando plataformas como Ooh Cachorros articulan tecnología, pedagogía y propósito para escalar el impacto.
La invitación es clara: hacer de la adopción ética un eje estructural de la salud colectiva, donde cada animal adoptado representa no solo una vida digna, sino también una comunidad más segura, consciente y conectada.
Referencias
- DÍA MUNDIAL DE LA ESTERILIZACIÓN: CONTROLANDO LA SOBREPOBLACIÓN DE MASCOTAS EN COLOMBIA
- El 60% de los colombianos tienen perro, según cifras del Dane
- Ley 1659 de 2013 - Sistema Nacional de Identificación, Información y Trazabilidad Animal
- Ley 2054 de 2020 - Apoyo a refugios y centros de bienestar animal
- RELACIÓN ENTRE LA SALUD PÚBLICA Y BIENESTAR ANIMAL – Informe técnico IDPYBA
- Esterilización de caninos y felinos | Datos Abiertos Colombia
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